El gato de Schrödinger
Ella
dejó el teléfono apagado en el bolso y se dedicó a disfrutar de la compañía de
sus amigos. Cañas, risas, confesiones….Si llama, pues que llame! Ya le
contestará cuándo pueda. Ahora lo importante era divertirse. Después de la última
pelea, mas le valía llamar, disculparse…y bueno, hablarían y le
perdonaría…Durante varias horas se olvidó de el y del teléfono.. Seguro que le
había escrito…y, desde luego, no pensaba contestarle. Mientras el teléfono
estaba apagado todo era posible. Que la haya llamado ya, que se haya vuelto
loco enviando mensajes, una, diez, cien veces…ninguna…. no lo sabía. Como en el
experimento del gato de Schrödinger, en el que al cerrar un gato en una
caja con veneno dentro, antes de abrir la caja el gato está vivo y muerto por
igual. Un estado de superposición…que a ella le daba alas de esperanzas. Pasó todo
el día con el teléfono apagado, contenta, pensando en la “posibilidad” de que
el la haya llamado o al menos haya enviado un mensaje. Al llegar a casa…enciende
el teléfono con gesto aburrido. Ningún mensaje. Se queda atónita. Claro, es que
no estaba conectada a Internet. Eso ha de ser. Se conecta rápidamente…Ningún
mensaje….El no había llamado. El mundo se vuelve gris. Quizás le escribió a su
cuenta de yahoo. Verifica una tras otra todas las cuentas posibles, yahoo,
gmail, Facebook..y con cada una se hunde un poco mas. Comentan en la tele que hubo una caída de la
red de varias horas durante la tarde…Una caída, claro. Por eso el no ha
llamado. Llama al operador, pregunta. “Ah, que ya se ha resuelto? Hace varias
horas?” Tampoco era eso. Le cuenta una amiga que le había visto haciendo
deporte. Se agarra también a esa posibilidad…no se habrá llevado el teléfono, o
se le ha caído en algún lado, o pasó un perro y se lo arrancó del bolsillo, o
un extraterrestre le ha cortado la conexión, o le han secuestrado y está en una
casa aislada…Va enlazando un acontecimiento tras otro, como un mono agarrado de
una rama en otra para no caerse. Pero cuando llega la noche...se resigna por
fin. La certeza. El gato muerto de Schrödinger.
El no ha llamado. Lagrimas grandes le caen por las mejillas… y ve el
mundo oscurecer...
!Abre la caja y salva al gato antes de que muera!
ResponderEliminar!Llámale por teléfono!
...pena de orgullito femenino...
Qué difícil es todo! O !qué distintos somos!
Y gracias! Me has recordado que intentar salvar al gato es también una opción :)
EliminarNo puede llamar! Tan distintos que somos...
ResponderEliminarNo se te ha ocurrido pensar que igual te escribió una carta de las toda la vida con su sello y todo y que la resolución depende de un tercerro: el cartero. Y si el cartero no tiene un buen día, no es diligente, profesional o está distraído, pensando en si alguien que le tenía que llamar le ha llamado o no. No te preocupes; el cartero siempre llama dos veces! ;)
Eliminar(Bonitos nubarrones, nube)
Gracias! Para ella (la protagonista) ese día es un espacio cerrado, sin ayer, sin mañana,,, donde ella lucha con un estado de animo, desde control, luego dudas, desanimo, tristeza, hundimiento...Lo que ocurre el día siguiente, bien llegando un cartero o una llamada....es otra cosa. Pero hoy EL no ha llamado.
EliminarRinggggg, ringggggg..... ¿Hay alguién ahí? Que no se desespere (la protagonista). La compensación puede merecer la pena!!! :P
Eliminar