Nubecito

       Tras muchas horas de retraso del vuelo y dos escalas más, llegó Nubecito a pasar las Navidades en casa. Con unos cuantos centímetros más, me abrazó agachándose un poco…Desenvuelto, seguro, alegre. Con ya sus amigos aquí, allá, allá . Tan conectado a su vida en Canadá, a su familia de allí, a sus hermanos…Me quedo mirándole con ojos brillando, intentando no sofocarle, no agobiarle, no disminuir ni un ápice su nueva confianza, no cortar ni un milímetro su nueva altura, no interrumpir su charla alegre, de adolescente…

      Nubecito quiere comerse el mundo. Cambiar de cole, ir a Roma, hacer un Erasmus en Rumania, hacer el camino de Santiago , quiere hacer voluntariado en Nigeria … Cómo me gustaría acompañarle en todas sus aventuras! Cómo me gustaría vivirlas yo misma! Pero toca dejarle volar, mantener su base firme, nuestra familia, mi confianza en el, mi amor infinito…