Tormenta y paz
Cuando veo la ola llegar, cojo aire, cierro los ojos y
espero que me cubra. Ya no lucho contra ello.
No me opongo. No me enfado, no pataleo, no me resisto. No intento
controlarlo, o predecirlo o subirme encima. Ya sé que no sirve. Que es más
fuerte. Y guardo mis fuerzas. Cojo aire, cierro los ojos e intento mantener la
calma. Aunque no vea nada a través de aguas turbias, sé que va a pasar. Quizás
antes, quizás después. Solo me concentro en mantenerme, en seguir estando. Y
cuándo pase, tener fuerzas, para pujar hacia arriba. Para reubicarme. Buscar
nuevos horizontes. Nuevos mares y nuevas olas. Respirar de nuevo. Y ser feliz.
En la calma. Sabiendo que cualquier día llegará otra ola...y otro cielo azul.
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