La "rr" de guerra
La letra “rr” no ha querido entrar fácil en nuestra casa. Entre que la
madre extranjera no sabía pronunciarla bien y que al niño no le salía de
ninguna manera el sonido…le abrimos una guerra abierta. Primero logramos la “r”
simple. Esa que en mi país y en muchos otros utilizamos para todos los casos,
tanto para “ratón” como para “libro”. Pero la otra, la rr, no había manera.
Nubecito fue casi un año al logopeda, practicando todas las maneras posible de
colocar la lengua, de soplar, resoplar y al final (pobrecito) bostezar. Y ella,
la malvada, seguía sin salir. Tanto que hundió los ánimos de todos, la
logopeda, los padres y el niño. Que llegamos a ese punto en el que se empiezan
a repartir las culpas. Pero, como siempre ocurre, cuándo menos te lo esperas,
de un día para otro, NUBECITO LO HA LOGRADO! La rr sale clara y todo lo larga
que el quiere. Gracias a su esfuerzo y sus prácticas mirándose al
espejo. Y, ya puesto, con el ánimo del éxito, en la misma semana aprendió a
montar en bici sin ruedines (otra cosa que se nos resistió un tiempo). Felicidades mi amor! Estamos taaaan orgullosos de ti!
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