Los que se mantienen es porque reman

      Creemos ingenuamente que hay que irse lejos para buscar soluciones. Quizás algo exótico, desconocido y misterioso va a traerme la paz. Quizás un retiro espiritual, con gurús que no conozco. Un psicólogo. Quizás un Ashram en la India. Un viaje iniciático hacia mi misma…. El autoconocimiento. La curación del niño interior. Ando deambulando entre libros, ideas , viajes, consejos, intentos… Confío en todo y no confío en nada. Los caminos son tan diversos, que no hay camino. 

   Un día que volví a mi casa, escogí un camino olvidado. De tan conocido que era, lo pensé banal. Lo pensé en desuso. Anticuado. Fuera de la moda. El camino que tenemos los ortodoxos. Hacia un padre confesor. En mi caso, uno que se sentó conmigo, me miró a los ojos, y me dejó hablar…. No me habló de pecados, ni de culpas. Entiendo por qué decían siempre que se necesita un guía para crecer. En quien creer, en quien confiar. Que esté allí por una misión. Uno solo, no siempre se ve a sí mismo. No se mide. Se analiza, se imagina. Lo hace desde su altura, desde su contexto, desde su mente, en un momento dado. Otro te aporta perspectiva, relatividad. Te aporta la visión del camino entero, a pesar de sus ramificaciones, subidas y bajas.

“El amor – es muchas veces la solución” – me dijo

“Los estados no son constantes, si no haces nada, tienden a bajar, tienden a la tristeza. Los que se mantienen es porque reman..”

“Aplica la regla del 2…”

“Tú empieza el camino, un paso, otro paso, y ya veremos donde termina…”

*Iglesia rusa -Bucarest (Iglesia de los estudiantes)