Sueños en caída
El era su amor. Un amor luchado, conquistado, seducido...
El amor que la tuvo noches en vela, eufórica, riendo, llorando...
Se veían con
cierta regularidad. Ella esperaba estos encuentros con impaciencia. Tenía
tantas cosas que contarle. Tantas emociones, sueños. Anécdotas o historias
cotidianas que recogía a lo largo de los días, y que sabía que a él le gustarían.
Cuando llegaba el día, sin embargo, no
había tiempo para ello. Se desnudaba de prisa, él se colocaba la camisa para
evitar que se arrugue y consumían con rapidez su amor furtivo. Sin grandes
palabras y sin grandes gestos. El reloj indicaba que se acababa el tiempo. Se le quedaba en suspensión la última caricia,
quizás la más dulce. La que hacía que ellos fueran enamorados y no solo
amantes. Y por cada vez que se iba, un sueño menos. Una mariposa muerta. Su
amor se deshacía a pedazos ante su mirada enamorada…
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