Una inmigrante

Son años deambulando tras los recuerdos, tras los lugares que tienen mi raíz, mis recuerdos de infancia, mis lugares mágicos, el axis mundi…y no encajo en ninguna parte. Se ve que he crecido, o disminuido, o deformado, o alejado, o alienigerado o aligerado…pero no me ajusto a ninguna forma anterior. A veces me siento perdida y asustada en medio de ninguna tierra que me reclamara; que pusiera su bandera ante mí, para defender mi pasado y presente, para protegerme y justificarme, para contestar colectivamente a mis preguntas, mis dudas…y tener las mismas certidumbres que los que son, y están, en el mismo sitio de toda la vida….

Tras años deambulando… he plantado el tilo de Eminescu en mi propia casa. Y la calle de mi abuela, y la casa de mis padres, mi escuela, mi universidad y todo aquello que he perdido. Y una nueva bandera, y un país, y un nuevo idioma, a medio camino entre los que conozco. Una forma de preparar la mermelada, de pasar un Jueves Santo, o de celebrar la Navidad...

La mía.