Noche de lucha

    Anoche fui como un perro en la arena…Me enzarcé  con una idea, una sola idea. Primero se acercó como una
sombra, me rondó. La ignoré. La di un manotazo, "fuera de aquí!". Luego me cogió con más fuerza, se acercó en exceso, se volvió obsesiva y empezó el ataque. La cogí por todas partes, la arranque en pedacitos, la deformé, volví a tirar hasta que no tenía ni parecido a la primera idea que me empezó rondando. La dejé un rato para resoplar, cansada. ...Me doblé y me quedé quieta un instante. En plena noche oía mi respiración acelerada por el esfuerzo. Volví a meterle los dientes, a tirar, a arrancar otro pedazo. Parecía que con cada trozo que me comía sabía peor, como si estuviese ya avanzando en un estado de putrefacción. Aun cuándo la vi inerte, cuándo no había nada mas que despedazar, y nada ya que arrancar…seguí un rato tirando y volviéndola por todas partes, como tal depredador...
   Al fin me quedé dormida, exhausta y con el sabor amargo del festín. Por la mañana, cuando los rayos de sol entraron en el cuarto y echaron la oscuridad…vi a la luz del día la idea amenazadora que me había atacado en plena noche...tan solo, un osito inofensivo de peluche…





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