Un cálido hogar decorado con hilos de "rumanidad"

     Estoy en el avión de camino a Rumania. Por fin llegan mis ansiadas vacaciones. Tengo por delante unos días entrañables…de amigos, de comidas, de olores, de familia, de reencuentros, primas, playa…El avión está hasta arriba. Lleno de turistas (por fin parece que Rumania empieza a ser un destino para los españoles) y de familias rumanas que vuelven a lo que aún llaman “casa”. Muchos niños. Hijos de rumanos todos ellos….que sorprendentemente hablan en español… El mismo patrón: los padres les hablan en rumano y ellos contestan cambiando el idioma. El rumano lo entienden todos pero no se sienten cómodos hablándolo. Muchas horas de guardería y cole en español, mucha tele, muchas canciones memorizadas….Es todo un universo en un mismo idioma. Mi hijo está sentado justo detrás de una niña de su edad. Se miran un tiempo con curiosidad y al final ella, que es mas decidida, le pide un juego. Se hablan en español, juegan, dibujan y murmuran las letras de una canción de Cantajuegos.  Mientras tanto la madre de la niña y yo hablamos en rumano…. No creo que me equivoque mucho si digo que es una situación bastante general (salvo, claro esta, excepciones). A que suena raro!
    Qué hicimos mal? Cómo otras naciones mantuvieron su idioma durante siglos de historia a pesar del lugar donde vivían (las minorías de tantos países y lugares del mundo). Cómo vamos a defender una identidad propia y sí, diferente, si nuestros hijos no hablan nuestro idioma? Cómo les vamos a contar la historia rumana usando palabras en otro idioma? Cómo se van a sentir orgullosos de ello?  Con lo obvio que es que la identidad de un pueblo está estrechamente vinculada a su idioma. Y sin un pasado, quienes somos? O quienes son nuestros hijos? No que ellos sean el pasado, pero sí son pasado y futuro juntos, como todo ser humano.  Que el saber no ocupa lugar y sobre todo no excluye. Pueden conocer, querer, pertenecer sin dejar de ser, sentir o amar su nuevo hogar. Un cálido hogar decorado con hilos de “rumanidad” …Y si el conjunto es rico y armonioso....por qué no cultivarlo en nuestros hijos?

Comentarios

  1. Nada se ha hecho mal. Simplemente, esos niños se comportan como espanoles porque son espanoles. Lo otro son deseos de sus mayores proyectados en ellos. Como empeñarse en que el niño toque el violín. Uno no es de donde nace sino de donde pace.

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  2. Sí, Anónimo, puede que tengas razón o que los padres mismos nos vamos haciendo cada vez mas españoles….También sé que fomentar ciertas ideas de pertenencia (sobre todo en esas edades) tiene sus riesgos y extremos…Aun así, el saber no ocupa y sí puede contestar a preguntas, marginalizaciones, etiquetas, prejuicios etc. Yo pienso que ellos han de conocer y luego que elijan el instrumento al que quieran tocar.
    Gracias y espero tus futuros comentarios :)
    N.

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